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A 46 años de su partida: Haya sigue hablando a nuestro Perú

  • Foto del escritor: Isabel Peña Rodriguez
    Isabel Peña Rodriguez
  • hace 7 días
  • 3 Min. de lectura

Por C. Isabel Peña Rodríguez 

01/08/2025


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Este sábado 2 de agosto se cumplen 46 años desde la partida de Víctor Raúl Haya de la Torre, fundador de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA), y combatiente tenaz por la justicia social. Su muerte en el año 1979 no fue el final de una etapa, sino el inicio de una deuda que el Perú aún no salda: la de construir la nación que soñó, con dignidad, justicia y pan con libertad. En un país donde la política se reduce muchas veces a cálculo mezquino y espectáculo vacío, su legado permanece como una llama viva que interpela.


Un pensamiento que nació en lucha


Víctor Raúl Haya de la Torre fundó la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA) en el año 1924 como una respuesta continental al imperialismo y a la exclusión de los pueblos indoamericanos. Su visión no se agotaba en el Perú: proponía una nueva civilización indoamericana, soberana y solidaria.


Desde entonces, fue perseguido por dictaduras, exiliado y proscrito, pero nunca abandonó su compromiso. A diferencia de tantos otros, no buscaba el poder por el poder: quería transformar la historia.


Legado político, doctrinario y moral


Víctor Raúl Haya de la Torre escribió obras que cimentó el pensamiento aprista como:


  • Por la emancipación de América Latina (1927).

  • Ideario y acción aprista (1930).

  • Teoría y táctica del aprismo (1931).

  • El antimperialismo y el APRA (1936).

  • Treinta años de aprismo (1954), donde evalúa su experiencia y refuerza su coherencia teórica en un contexto global en cambio.

  • Espacio‑tiempo‑histórico (1948), donde consolida su filosofía de la historia centrada en el desarrollo humano real.

  • Además, obras como Mensaje de la Europa nórdica, La defensa continental y, ¿A dónde va Indoamérica?


No fueron simples textos, sino columnas de una doctrina que combinaba análisis histórico, conciencia social y visión latinoamericana.


Pero no solo escribió: organizó. Fundó un partido que no era una maquinaria electoral sino una escuela de civismo y formación. Presidió la Asamblea Constituyente de 1978 con grandeza y humildad, y firmó la Constitución de 1979 poco antes de fallecer. No acumuló riquezas, no transó sus ideas, no abandonó la lucha.


Un país que aún no escucha


Hoy, cuando la política peruana atraviesa una de sus peores crisis éticas e institucionales, las palabras de Haya suenan con más fuerza que nunca. El deterioro del Congreso, la corrupción generalizada, la informalidad desbordante y la desconexión entre el pueblo y el poder son síntomas de una enfermedad que él supo diagnosticar hace casi un siglo.


Su propuesta de partido como movimiento ético, de jóvenes preparados para la acción y no para el placer, de un Estado que defienda a los pobres sin clientelismos, sigue siendo una brújula extraviada.


No basta recordarlo, hay que releerlo


Recordar a Haya cada 2 de agosto no es suficiente. Hay que volver a sus libros, a sus discursos, a su ejemplo. Hay que entender por qué su pensamiento sigue siendo incómodo, especialmente en tiempos donde la política es espectáculo, traición o cinismo. Su mensaje exige disciplina, formación, consecuencia. Nos recuerda que el Perú no necesita más caudillos, sino más conciencia. El aprismo, como proyecto histórico, tiene hoy la enorme responsabilidad de renovarse sin perder su raíz. No se trata de nostalgia, sino de vigencia. No se trata de defender un pasado, sino de construir el porvenir.


Mi mensaje final


Haya de la Torre no está solo en los retratos colgados en la Casa del Pueblo. Está en cada joven que se organiza para cambiar su realidad. En cada comunidad que lucha por justicia. En cada voz que se levanta con dignidad y sin miedo. Su legado no pertenece solo a los apristas: pertenece al pueblo que aún busca libertad con pan, organización con conciencia, patria sin opresión.



“A 46 años de su partida, su mensaje no ha perdido actualidad: El porvenir no se espera, se conquista. Y esa sigue siendo una tarea pendiente.”


Llamar: +51 944-433-166

 
 
 

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