AGENDA PÚBLICA
- Isabel Peña Rodriguez
- 4 jun
- 3 Min. de lectura
¡CIFRAS QUE DUELEN, POLÍTICAS QUE URGEN!
Por C. Isabel Peña Rodríguez
04/06/2025

En el Perú, las cifras recientes sobre feminicidios, violencia de género y suicidios reflejan una grave problemática social que sigue afectando principalmente a mujeres y poblaciones vulnerables. Entre enero y abril de 2025, se han registrado 58 feminicidios, mientras que desde 2009 se contabilizan 2,105 casos a nivel nacional. Además, se han atendido 57,516 casos de violencia en los Centros de Emergencia Mujer en lo que va del año.
En cuanto a los suicidios, solo en enero de 2025 se reportaron 74 casos, y durante todo el 2024 la cifra ascendió a 735, destacando las regiones de Arequipa, Lima Metropolitana, Cusco y Puno como las más afectadas. También se han atendido 445 casos de lesiones autoinfligidas en enero, en su mayoría mujeres.
Estos datos evidencian que no se trata de hechos aislados, sino de fenómenos estructurales que requieren atención sostenida desde el Estado.
Sabiendo que las políticas públicas son las decisiones que toma el Estado para responder a los grandes problemas del pueblo. Son las acciones concretas que deben traducirse en justicia, igualdad y protección para los que más lo necesitan, y no deberían ser promesas vacías ni papeles firmados en oficinas o en gabinetes, sino el compromiso real del gobierno con los peruanos y peruanas. Se construyen escuchando al pueblo, mirando la realidad en las calles, y actuando con firmeza desde el Estado Peruano para defender la vida, la dignidad y los derechos de todos/as.

Importancia en el contexto actual
En un país con indicadores alarmantes de violencia y riesgo psicosocial, las políticas públicas juegan un rol estratégico y decisivo. Su importancia radica en varios factores fundamentales:
Un buen diseño de una política pública en el tema de salud mental, nos debe de permitir articular el trabajo de distintos sectores del Estado (salud, justicia, educación, seguridad, entre otros), lo cual nos garantizaría respuestas integrales y no fragmentadas.
Abordan no solo consecuencias de violencia y el suicidio, sino también sus causas profundas, como la desigualdad de género, la exclusión social, la pobreza o la falta de acceso a la salud mental.
A través de políticas públicas bien diseñadas, el Estado asume su deber de proteger la vida, la integridad física, psicológica y emocional de las personas, especialmente de las más vulnerables.
Las políticas públicas definen prioridades en el uso del presupuesto público. La ausencia de políticas claras y específicas suele traducirse en desatención, falta de servicios o respuestas insuficientes.
Por último, permiten establecer metas, indicadores y mecanismos de evaluación que aseguren el cumplimiento de compromisos y permitan corregir fallas a tiempo.
En este contexto, fortalecer las políticas públicas orientadas a prevenir la violencia de género, garantizar justicia, atender la salud mental y proteger la vida no solo es una necesidad técnica, sino también una obligación ética y política.
Conclusión
Los datos de feminicidio, violencia y suicidio muestran una crisis que exige respuestas institucionales sólidas. Las políticas públicas, lejos de ser declaraciones simbólicas, deben convertirse en instrumentos concretos para transformar esta realidad, proteger a quienes están en riesgo y construir una sociedad más justa, segura e igualitaria.
"Proteger la vida debe dejar de ser una promesa pendiente y convertirse en el eje central de toda política pública."
Escríbeme: isabelpenarodríguez@yahoo.com
Llamar: +51 944-433-166
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